/cdn.vox-cdn.com/uploads/chorus_image/image/34261011/495372633.0.jpg)
Para los que hemos seguido a la selección española por mucho tiempo, éste Mundial se siente muy distinto. España ya no es la fracasada; la que pretende pero cae ridículamente. Eso de ser campeón defensor es todo un nuevo mundo. Ahora es una de las selecciones "sexy" a la par con los grandes del fútbol como Brasil, Alemania, o Argentina.
Era el año 1982, y yo vivía con mi familia en España cuando se jugó el Mundial en ese país. Era mi primera experiencia mundialista. Había solo dos emisoras de televisión (TVE-1 y TVE-2) y sin embargo emitieron casi todos los partidos del Mundial 1982, aparte de unas caricaturas con la mascota Naranjito y varios documentales sobre la historia de los Mundiales. Allá se tomaban BIEN en serio esto del fútbol. Nunca miré atrás desde entonces.
Los españoles ya para ese entonces hablaban de cuánto talento siempre tuvieron pero que la mala suerte y los árbitros evitaron que España destacara en los Mundiales. En realidad era más una cuestión de sobrevalorarse y sobreestimarse; se creían buenos pero quizá no lo eran tanto. Es verdad que los españoles pecan de arrogancia en muchas ocasiones; y lo digo como hijo de español, que conste.
De hecho, en ese Mundial pensaban que iban a golear a Honduras en el partido inicial y que tenían posibilidad de ser campeones. Honduras les marcó primero, jugó monumental, y el partido inicial de aquella roja descolorida acabó en un "vergonzoso" 1-1. El resto del Mundial solo fue la confirmación de otro fracaso rotundo, con derrota ante Irlanda del Norte incluida.
A mi eso me debió avisar lo que iba a ser el futuro de España: promesas incumplidas, creerse lo que no eran, y mucho bla bla bla pero poca acción.
Continuaron las decepciones:
1986: Emilio Butragueño hace un Mundial titánico… pero se cae ante la mejor Bélgica de la historia en penaltis. (La actual selección belga buscará repetir esa gesta.)
1990: Los problemas con los libres directos que supusieron eliminarse en octavos.
1994: El gol casi al final de Italia en cuartos, y el árbitro no ver una agresión a Luis Enrique que hubiera supuesto un penalti y el 2-2.
1998: El autogol de Zubizarreta ante Nigeria que llevó a la derrota y caer en primera ronda.
2002: Caer ante Corea del Sur. Corea del Sur… nada más que decir.
2006: Tremenda primera fase y tenía que tocar la Francia de Zinedine Zidane en octavos.
Antes de la Euro 2008, Luis Aragonés (entonces seleccionador) recibía críticas de todos los sectores en España tras el Mundial de Alemania 2006. Ya la prensa para entonces cambió el discurso usual: no es mala suerte lo de la selección, sino que es que España es mala. Sin embargo ya Luis incluso en 2006 sentó las bases del tiki-taka, el primer ingrediente del gran cambio español. Ya vieron acción pilares del milagro de 2010 como David Villa, Sergio Ramos, Iker Casillas, Xavi, o Carles Puyol, y se cocinaba un equipo de oro.
Tras ganar Euro 2008, dejando en la cuneta a equipos como Italia y Alemania, lo tentador era pensar que ahora sí: España iba a ganar en Sudáfrica. Era tentador volver al discurso arrogante de antaño.
Sin embargo, surgía una nueva España: una que sabía que había que demostrar los kilates en el campo y no en los discursos. Xavi, Andrés Iniesta y compañía enfatizaban en que "no hemos ganado nada aún" y "había que ser humilde". Vicente del Bosque, ya entrenador y arquitecto de un Real Madrid supercampeón años antes, impartió sabiduría y sentido de grupo.
Para mi ese fue otro cambio brutal que preparó a la Roja para el éxito en 2010. Había sistema de juego, había talento… pero además ACTITUD y SENSATEZ. Estábamos ante un equipo mucho más mental y comedido.
Me conformaba con llegar a semifinales en Sudáfrica, pero cada partido esta nueva selección española, que SI tenía nivel altísimo y jugadorazos, me sorprendía con su nivel de juego y con victorias sólidas si bien no espectaculares.
Aun no creía en el título, honestamente, durante la final de 2010… hasta que Iker Casillas hizo la parada de su vida en un uno contra uno ante Arjen Robben. Ahí recordé a mi padre español que me hizo conocer y amar el fútbol y todos esos fracasos anteriores… ahí supe que era el momento que esperé por décadas.
El gol de Iniesta y las lágrimas de Casillas nos indicaban el fin de la pesadilla nacional; ocurrió el gran milagro. España era… ¿campeona? Sí, es el encanto de la Copa Mundial; historias como ésa. Por eso este evento es el más grande.
¿Y ahora qué, en 2014? España embarca en un nuevo mundo con una estrella sobre su escudo. Hay mayor expectativa y presión, volverán los criticones si no se llega como mínimo a semifinales, los pondrán en las predicciones con los Brasil o Alemania… se siente muy raro esto para algunos de los que seguimos a la Roja (europea, porque es verdad que Chile ya estaba ahí) pero considerando la historia del antes y después, son buenos días para ser fanático de España.
Es la última presencia para muchos grandes, en un equipo veterano (y algo viejo) cuya generación dorada llega a su fin. Con Brasil en casa y otras selecciones motivadas y talentosas las posibilidades de España de repetir son francamente pocas.
Eso sí, NADIE les quitará la estrella ni el sueño hecho realidad de Sudáfrica… nadie.