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Era el momento de la verdad, y los dos nuevos jugadores del Houston Dynamo definitivamente le cambiaron la cara al equipo para bien; al menos este pasado domingo.
DC United no lució muy bien en el encuentro, y por ende no fue una prueba tan difícil como se esperaba. Parecían estar faltos de ideas en ataque. Es obvio, pues, que es muy pronto para evaluar las adiciones de DaMarcus Beasley y Luis Garrido, pero la primera impresión fue muy convincente.
Los fanáticos, yo incluido, estábamos mas familiarizados con el internacional estadounidense, por supuesto. No defraudó. Bien en defensa, bien en los avances ofensivos por banda (que no fueron excesivos, sino los necesarios), seguro y confiado y de vez en cuando mostró que le queda rapidez y gasolina a pesar de sus 32 años. Está claramente varios niveles sobre Corey Ashe.
Garrido era una incógnita para muchos aun siendo mundialista con Honduras, pero al final brilló incluso más que Beasley en la noche dominical.
Los centrocampistas de contención no suelen ser vistosos. Yo lo que vi fue a alguien en posición siempre, cumpliendo con los pequeños pero vitales detalles como apoyo a la línea defensiva y con pases sencillos pero eficaces para empezar los avances ofensivos.
Es curioso que no se vieron tantos espacios atrás y que David Horst y Jermaine Taylor se veían más tranquilos y eso puede muy bien ser producto de la labor del hondureño.
Sí se hizo bien presente en algunas ocasiones que DC United amenazó la portería de Tally Hall, haciendo despejes claves cuando necesario, y de forma decisiva. Al final, podemos concluir que fue una labor completa del hondureño, cubriendo mucho terreno y ofreciendo una estabilidad que Warren Creavalle y Servando Carrasco no mostraban con consistencia.
Seattle Sounders (domingo 10 de agosto, 9:30 CST, ESPN2) es la próxima prueba para las nuevas incorporaciones. Veremos como lidian con los Clint Dempsey, Obafemi Martins, Gonzalo Pineda y compañía.